Parte del catálogo de su obra se encuentra expuesta en la casa rural, diseñada por él mismo..... link... SARTZALETA

En estos tiempos que nos toca vivir, sumergidos entre avances tecnológicos y

una globalización aplastante, donde vivimos rodeados de todo tipo de productos

realizados en serie y desde cada vez más lejanos lugares, productos cada vez más

sofisticados y elaborados, perdiendo todo rastro de su procedencia y composición,

es de agradecer que alguien nos acerque nuevamente a esos materiales primarios,

tan cercanos a la naturaleza y tan lejanos hoy del ser humano, y nos acerque

mediante el arte, un arte que se acopla perfectamente a cada material, sacando el

máximo rendimiento de cada uno de ellos, dejando que cada cual casi elija por si

mismo la vía de expresión mas adecuada, dotandólos mediantes formas y

composiciones sencillas de una nobleza y personalidad que nos anima a buscar

nuevamente esa relación que siempre habíamos tenido, de una manera gratificante

y creativa.

Tiempos donde el trabajo directo sobre los materiales apenas existe, donde la

producción a gran escala despersonifica el objeto, obras de arte mil veces copiadas

y numeradas, diseñadas mediantes complejos procesos tecnológicos y reproducidas

tantas veces como el mercado demanda, consumidores globales en un mundo

uniformado bajo las tendencias creadas por grandes corporaciones, distancia enorme

e insalvable entre el creador y el receptor, entre el artista y el material, entre el artista

y la obra, no pudiendo controlar todo el proceso. Olmo nos sumerge en tiempos

pasados de dominio y conocimiento de los materiales, con un seguimiento riguroso de

todo el proceso productivo, sus manos tocan la piedra, la madera desde el inicio,

buscando esas formas que esconden en el interior, descubriendo cierto sentimiento

que anidan en el fondo de estos materiales, creando una relación cercana y afectiva,

quizás contradictoria, hacía unos objetos en realidad inanimados.